lunes, 30 de marzo de 2015

La Máscara Negra, un enmascarado español

Si bien recordar a Sancho Gracia hace inevitable pensar en Curro Jiménez (1976), en mi caso no puedo sino hacerlo en esta otra serie que sí que me llamó la atención más que la del bandolero. Y es que Curro Jiménez, aunque se veía en mi casa, me pilló muy pequeño. De hecho incluso recuerdo haber tenido algún juguete relacionado, pero fue La Máscara Negra (1982) la que llegó en el momento adecuado y, sobre todo, con la temática adecuada: la del héroe enmascarado. Siempre me han gustado personajes como el Zorro, el Llanero Solitario y era lo que, en principio, me ofrecía La Máscara Negra, aventuras de ese corte.

Sancho Gracia como Don Carlos de Zárate
Sancho Gracia es Don Carlos de Zárate, caballero español, aventurero y jugador.

El personaje principal, Don Carlos de Zárate (Sancho Gracia), señorito español de carácter aventurero y despreocupado, a su regreso a España se encuentra el país ocupado por los franceses y con la noticia de la muerte de su padre. Es su hermano Diego quien le pone al corriente de la situación, y de las andanzas de un hombre, "La Máscara", que hace frente a los franceses. Don Carlos tiene una carácter pragmático que hace que muchos, entre ellos su hermano, lleguen a considerarlo un afrancesado. En realidad Don Carlos, como gran jugador, es hombre prudente, astuto y paciente y no tardará en involucrarse cuando un revés del destino le brinde la ocasión.

Parece ser que el principal impulsor fue el propio Sancho Gracia y la idea original era hacer una serie de televisión de El Coyote de José Mallorquí pero los derechos ya habían sido vendidos. Así se optó por crear un nuevo héroe enmascarado, autóctono, en la línea de los ya mencionados. Quizás en un principio se podría pensar en tildar al personaje de "copia" pero la verdad es que El Coyote, y ya puestos El Llanero, no son sino variantes del Zorro original y, al igual que ellos, La Máscara tiene sus propios elementos que le dan identidad propia.

Sancho Gracia como La Máscara
La Máscara, al igual que El Coyote, viste un traje más rico en detalles que el original Zorro. 

Del original, del Zorro, y como los otros, hereda la base, encontrando en este caso su escenario ideal en la España ocupada por los franceses (el mismo de Curro Jiménez). Pero del Coyote hereda la idea de enriquecer el disfraz original y reivindicar sus motivaciones y lealtades haciendo uso del traje típico. Si el Coyote lleva el típico traje de charro mexicano, La Máscara viste el traje goyesco de la época. Todo negro en este caso, chaquetilla corta con alamares y máscara rematada en madroño.

Su título original iba a ser El Bastardo pero se cambió porque en aquella época se empezó a emitir otra serie con ese título. Estaba prevista la producción de trece episodios pero solo pudieron realizarse once porque se agotó el presupuesto. El personaje principal, Don Carlos, tiene una identidad propia con tanto peso que no es meramente la doble identidad del héroe enmascarado, sino que en muchos de los capítulos la aparición de La Máscara se hace mucho de rogar y cuando por fin aparece lo hace muy brevemente. Ese es, en mi opinión, uno de los fallos que tiene la serie, no la identidad de Don Carlos o su peso en los argumentos, sino que se echa en falta algo de más equilibrio entre las dos identidades.

Alvaro de Luna, el popular Algarrobo, es aquí el villano Ali Bey.

Personalmente destacaría el capítulo coprotagonizado por Álvaro de Luna (El Algarrobo en Curro Jiménez) en el papel del turco Ali Bey, lo más parecido a un gran villano que tendremos en la serie, a parte del capitán Gracó. Ali Bey, al igual que La Máscara, tiene su propio atuendo identificativo, cuan supervillano de comic, y su duelo con La Máscara resulta de lo mejor de la serie más allá del capítulo piloto.

Quizás esta serie sea la causa de que no me llamara mucho la atención, cuando se estrenó hace unos años, la serie Águila Roja. Esa idea moderna de héroe enmascarado, medio ninja con katana, en la linea de los personajes de Assasin's Creed, palidecía ante la sobriedad que destila La Máscara Negra. Además, Águila Roja, al menos en los capítulos que vi, cae en los mismos errores que otras series españolas modernas cuando se salen de la comedia y el drama: no tener claro cuál es su público target e intentar llegar a todos los públicos posibles a través de una serie de personajes tópicos: el niño, el torpón graciosete, etc. Y también el hecho de que parece haber mucho falso exterior rodado en estudio.

Yo me quedé con ganas de más Máscara Negra y no puedo evitar pensar si no haría bien TVE en realizar un remake o secuela aunque me siento dividido en ese aspecto ya que no soy muy amigo de remakes. En el lado positivo es que la calidad está volviendo a las series de televisión de la cadena pública y el lado negativo que, inevitablemente, ya no sería lo mismo. Eso sí, si hicieran algo así, creo que el protagonista debería ser Rodolfo Sancho, hijo de Sancho Gracia y protagonista de El Ministerio del Tiempo (2015). Pero insisto, no tengo nada claro que fuera una buena idea hacer un remake.

Finalmente solo lamentar que la serie no se haya sacado a la venta en DVD. Sería interesante que fuera remasterizada pero lamentablemente no es tan conocida como otras series de la época. Una lástima.

lunes, 23 de marzo de 2015

Pretty Woman

Hay quien se sorprende cuando digo que me gustan películas como Mientras Dormías (1995) o Serendipity (2001) pero si encima digo que considero que Pretty Woman (1990) es una obra maestra, hay quien queda completamente desconcertado. Vale, lo reconozco, a veces lo digo casi por compensar la excesiva crítica negativa que tiene por una parte del público, especialmente el masculino. Ojo a una de las palabras que he dicho en la frase anterior: casi.

Y es que creo que para valorar una película en su justa medida es esencial entender el género al que pertenece y, especialmente, que te guste ese género: mucha gente jamás podrá evaluar en su justa medida Cantando Bajo la Lluvia (1952) por el simple hecho de que no entienden la idiosincrasia del musical. Si el género no te gusta difícilmente vas a tener una gran opinión de la película. De hecho incluso podríamos estar hablando de distintas categorías dentro de un mismo género: no podemos meter en la misma categoría una película de terror como Al Final de la Escalera (The Changeling, 1980) y otra como el Drácula (1931) de Todd Browning. Dicho todo esto y resumiendo: para evaluar una película como Pretty Woman tienes que entender y gustarte el género.

Foto promocional con Richard Gere y Julia Roberts
Richard Gere y Julia Roberts como Edward Lewis y Vivian Ward

¿Qué es una obra maestra? Técnicamente hablando es una obra que supone un referente a tener en cuenta cuando se trabaja en el mismo terreno, que está tan bien hecha que con frecuencia, y como es el caso, ni siquiera sus mismos responsables son capaces de volver a repetirla. Y Pretty Woman tiene mucho de ello. Entre los aspectos principales yo destacaría a los personajes, incluyendo al gerente del hotel interpretado por Hector Elizondo, un buen guión (diálogos, no argumento), buena dirección y, por supuesto, la química entre los actores. Sin embargo, en cierto modo es como una receta, no se trata solamente de coger los mejores ingredientes y ponerlos juntos sino de coger buenos ingredientes, aunque no sean necesariamente los mejores, y saber combinarlos para obtener un buen resultado.

El resultado está ahí, una buena comedia romántica, desenfadada, con una buena banda sonora, con personajes con los que es fácil simpatizar y que conecta muy bien con el público hasta el punto de ser un éxito absoluto asegurado en cada pase por televisión. ¿Carente de profundidad? ¿Por qué habría de tenerla? La belleza con frecuencia aparece en las cosas más sencillas (que a su vez no son necesariamente simples). Y estamos hablando de entretenimiento. Mucho del mejor cine de la historia ha surgido cuando se buscaba entrener, no trascendencia. Y la verdad es que no creo que haya muchos directores que, a la hora de hacer comedia romántica, no quieran repetir Pretty Woman. De hecho, incluso el propio director, Garry Marshall, lo intentó en Novia a la Fuga (1999), reuniendo al mismo reparto, con Gere, Roberts y Elizondo entre otros, y no funcionó.

Hector Elizondo en una escena de la película.
Hector Elizondo es Barney Thompson, el entrañable gerente del hotel.

A estas alturas creo que la película se ha ganado, como poco, el derecho a ser considerada un clásico del cine moderno y probablemente incluso, como decía al principio, obra maestra del género en su vertiente moderna.

Por cierto un apunte final sobre el argumento. Con frecuencia se habla de que es una revisión del cuento de Cenicienta pero yo no estoy de acuerdo con eso. En mi opinión se acerca más a La Bella y la Bestia. No es ella la que cambia durante el transcurso de la película sino que es él quien se va haciendo más humano gracias a ella.

ÚLTIMA ENTRADA EN ESTE BLOG:

Batman no Mata

Creo que han sido varias veces en las que Zack Snyder ha defendido su versión del Universo DC argumentando algo así como que esos personajes...