lunes, 22 de junio de 2015

Gotham y Supergirl

Nota: El siguiente artículo contiene spoilers del contenido del piloto de la serie de Supergirl.

Antes de que empezara Gotham la impresión que yo tenía de lo que querían hacer era que iba a tratarse de una serie sobre el departamento de policía de Gotham, en la línea de tantas otras series de policías, pero con el detalle de sería en la ciudad de Batman años antes de su aparición, el protagonista un joven Jim Gordon y eventualmente habría guiños a la mitología del hombre murciélago. En aquellos días, cuando yo creía que eso era lo que pretendían hacer, ya para mí no tenía mucho sentido: tener de fondo y de manera anecdótica la ciudad para acabar haciendo otra serie más como hay tantas... me parecía un desperdicio de la licencia.

Imagen promocional de la serie Gotham
Solo en esta imagen  promocional ya tenemos a los futuros Pingüino, Catwoman, Poison Ivy,
Enigma y al comisario Gordon... a parte de al propio Bruce Wayne.

Ignoro si simplemente nunca fue esa la intención o si es que las cosas acabaron cayendo por su propio peso en cuanto se pusieron con la preproducción de la serie pero el caso es que desde el principio Gotham fue lo que inevitablemente no tenía más remedio que ser: una serie de Batman. Por un lado el reparto fijo del personal que trabaja en la policía de Gotham se cuenta con los dedos de una mano obviando que no estamos viendo precisamente Canción Triste de Hill Street. Por otro lado, y a menudo de manera un tanto forzada y anacrónica, prácticamente todo el universo batmaniano está presente... con una única y escandalosa excepción: el propio Batman... y tampoco del todo, porque tenemos a ese Batman incipiente que es el pequeño Bruce Wayne con lo cual la pregunta surge: ¿Para hacerme esto... por qué no me hacéis directamente una serie de Batman?

La serie me está gustando, pero en cierto modo es como uno de esos moldes de silicona que venden para bizcochos, uno en este caso con la forma de Batman: no tienes a Batman pero tienes un hueco con su forma definido por todo lo demás que sí hay en ella. Y eso mismo es lo que le pasa a Supergirl.

Si en mi opinión hacer una serie sobre Gotham, sin Batman, era algo un tanto desacertado, hacer una de Supergirl sin tener una de Superman previa lo era bastante más y eso se hizo más evidente con los tráiler y finalmente tras haber visto el episodio piloto.

Imagen promocional de Melissa Benoist como Supergirl
La nueva Supergirl.

Ya desde el principio del capítulo se hace evidente, durante las escenas en las que la voz en off de Kara nos cuenta su origen: vemos la escena en la que Jor-El y Lara meten al pequeño Kal-El en la nave espacial que le llevará a la Tierra. Están en una especie de larguísimo túnel que a todas luces parece destinado a eso, el despegue de vehículos espaciales. Una vez la nave de Kal-El abandona el túnel en dirección al espacio, la cámara se va alejando hacia atrás desde donde han quedado Jor-El y Lara, hasta que dejamos de divisarlos, y entonces vemos a Zor-El y Alura despedir a Kara, aún una niña, diciéndole que debe proteger su primo, el bebé Kal-El. Ella sube a la nave espacial que sale disparada por el mismo túnel, hacia el espacio, pasando al lado de donde hace un par de minutos estaban Jor-El y Lara pero donde ya no están... A mí al menos esa estupenda escena me la sabotea una jocosa sensación de que Jor-El y Lara ignoran todo que está ocurriendo justo detrás de ellos, que no están al corriente de los planes de  Zor-El y Alura de mandar a su hija a hacer de canguro del pequeño Clark... Como si fuera La vida de Brian (1979) o el especial Phineas y Ferb: Star Wars (2014) donde los protagonistas viven sus propias aventuras a la sombra de los verdaderos protagonistas los cuales los ignoran por completo.

Así, con esa escena y las que le suceden, nos queda claro que, como no podía ser de otra manera, en el universo donde transcurre la serie, Superman existe. Como cualquiera que conozca un poco el personaje sabe, lo que pasó es que el vehículo donde viajaba Kara acabó llegando a la Tierra años después que el de Kal-El aunque para ella no había transcurrido apenas tiempo. Así es el propio Superman el que acaba acudiendo a donde se estrella la nave y rescatándola. Nunca vemos el rostro a Superman, ni a Jor-El y Lara, con toda seguridad por no quitarle protagonismo a Supergirl  pero quizás también cubriéndose la espaldas, quien sabe, a en un futuro hacer una serie de Superman.

A continuación damos un salto en el tiempo y nos situamos definitivamente en la actualidad con una Kara de veintitantos, conociendo donde trabaja en una serie de escenas que nos recuerdan poderosamente a la película El Diablo Viste de Prada (2006) donde nuestra protagonista viene a ser lo que en aquella era el personaje de Anne Hathaway  y Calista Flockhart (Ally McBeal) hace las veces del de Meryl Streep. Y empiezan los conflictos con la mitología de Superman.

Imagen del piloto de Supergirl
Esto es lo mejor que llegamos a ver a Superman en el piloto de Supergirl.

El personaje de Calista es Catherine "Cat" Grant que ignoro cómo será su versión actual en los comics pero que en el Universo DC tras El Hombre de Acero de John Byrne (y en la serie Lois & Clark) era periodista del Daily Planet, como Clark y Lois, encargada de la sección de sociedad y tal. Aquí parece ser propietaria de una editorial que tiene varias publicaciones y tiene su propio edificio. En principio, por mí ningún problema, pero si en un momento dado se decidieran a hacer una serie sobre Superman tendríamos una baja importante en la plantilla del Planet. Pero bueno, vale.
También tenemos a Jimmy Olsen, pero como el mismo se encarga de decirnos solo lo llaman así su madre y Superman, para todos los demás es James. Es muy alto, va con la cabeza rapada y es negro. Al menos sigue siendo fotógrafo. La pregunta antes de ver el piloto era ¿Qué necesidad había de llamarlo Jimmy Olsen si iban a hacer un personaje tan diferente? Tras ver el episodio la respuesta es obvia y evidencia el handicap que supone para la serie no tener los cimientos de una previa protagonizada por Superman. Jimmy Olsen tenía que estar en la serie para poder atenuar en la medida de lo posible el hecho de que Superman brilla por su ausencia. Es lo que ocurre en una escena al final del capítulo, en la cual Jimmy Olsen - lo siento, no me sale llamarlo James - le da a Kara un regalo de parte de su primo... a ver... es Superman... vuela y es muy rápido... ¿y no tiene tiempo para llevarle ese regalo en un momento tan importante para Kara? No solo eso, en varios momentos, parece hacerse evidente que hace mucho que Kara y Clark no se ven. Y tiene pinta de que esa va a ser la tónica general de la serie a la hora de tratar a Superman.

Melissa Benoist y Mehcad Brooks como Kara Danvers y Jimmy Olsen
Kara y Jimmy Olsen... ni pelirrojo, ni blanco, ni nada...

Literalmente en esta serie hay un hueco con la forma de Superman, es el problema del elefante en el salón, al que no se le quiere dar relevancia pero que inevitablemente está ahí y no se puede obviar fácilmente. Ya en el propio piloto surgen ciertas dudas como por el hecho de que una organización gubernamental dispongan de kryptonita y la usen muy a la ligera como si la tuvieran en cantidad. Con el hecho de que empiecen a aparecer villanos escapados de una prisión procedente de la zona fantasma - que en esta historia funcionará como dispensador the freaks of the week de la misma forma que el acelerador de partículas en The Flash - en el futuro, cuando ya haya ocurrido varias veces... ¿Cómo van a justificar que Superman se mantenga al margen? ¿Que no se involucre en los sucesos más importantes que ocurran y afecten a Kara? ¿Por qué ella en un momento dado dice que no existen los alienígenas si Superman ya es públicamente conocido? Aunque nadie sepa que es alienígena se habrá enfrentado a alguno ¿no? Si no es así... ¿No sería lógico que se involucrara de lleno cuando aparezcan los alienígenas escapados e incluso los otros kryptonianos que van a aparecer?

En el lado positivo he de reconocer que Melissa Benoist, no teniendo el rostro que yo le habría puesto a Supergirl, hace un buen trabajo tanto como Supergirl como, especialmente, Kara. Además, el tono de la serie parece ser justo el que debe tener, luminoso, muy en la línea de la serie de Flash. Y no es poco ya que puede que sea uno de los factores que hagan que la serie funcione a pesar del fantasma de Superman. Eso sí, van a tener que ponerse las pilas, otras series empiezan a funcionar de manera tardía, a partir de la mitad de la primera temporada pero en este caso la primera solo cuenta con trece episodios. En fin, ya veremos, es pronto para saber cómo lo van a hacer.

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